ESPECIE

Pinus radiata (Pino insigne)

 

SISTEMA FORESTAL PURO

MANEJO MADERA LIBRE DE NUDOS

DENSIDAD

  • La densidad inicial de plantación varía entre 1000 y 1600 árboles por hectárea, siendo lo más utilizado 1250 a 1300 arboles por hectárea (Gerding, 1991).

PODAS

  • La primera poda se realiza entre el cuarto a sexto año de edad y cuando el rodal alcanza una altura total dominante de 5 a 6,5 metros. La altura de poda en esta primera intervención alcanza al 50% de la altura total de cada individuo.
  • Posteriormente se realizan dos a cinco podas, hasta alcanzar una altura máxima de 6,5 a 8,3 metros de fuste libre de ramas, cuando los árboles logran una altura total dominante de 10 a 13 metros. La altura de poda en estas segundas intervención alcanza al 60% de la altura total de cada individuo.

RALEOS

  • Se realiza el primer raleo a desecho o no comercial entre los 4 a 6 años de edad, según el criterio de altura total dominante (5 a 6,5 m), coincidiendo con la primera poda y seleccionando los individuos que presentan mejor forma y crecimiento, asegurando una distribución homogénea en el rodal. En esta primera intervención se ve afectado el 50 a 60% de la densidad inicial de plantación.
  • El segundo raleo (primer raleo comercial) se realiza cuando el rodal alcanza una altura total dominante de 11 a 17 metros (9 a 12 años) y se extrae un volumen aproximado de 15 a 65 m3/ha dependiendo del sitio. En algunos casos se realiza un segundo raleo comercial cuando el bosque alcanza una altura total dominante de 18 a 21 metros (13 a 16 años) y se extrae un volumen aproximado de 15 a 50 m3/ha. La densidad final de mayor frecuencia es de 250 árboles por hectárea, sin embargo es posible encontrar densidades finales de 200 a 450 árboles por hectárea.
  • El periodo de abril a julio es recomendable para realizar raleos, favoreciendo así la respuesta de los individuos remanentes frente al crecimiento diamétrico en la temporada siguiente (Berti, 1985 citado por Hernández, 1991).

COSECHA

  • La corta final se realiza entre los 24 y 30 años, obteniéndose una productividad media de 300 a 500 m3/há. Se extraen los fustes hasta un diámetro inferior de 7 a 10 cm.

 

 

SISTEMA FORESTAL PURO

MANEJO MADERA PULPABLE

DENSIDAD

  • La densidad inicial de plantación varía entre 1600 a 2500 árboles por hectárea, con espaciamientos de 3x2 y 2x2 m. respectivamente (Gerding, 1991).

PODAS

  • No se realizan podas.

RALEOS

  • Por lo general se realizan dos raleos comerciales, dejando una densidad final de 300 a 500 árboles por hectárea. En cada raleo se extrae en promedio 30 a 70 m3/ha.
  • El periodo de abril a julio es recomendable para realizar raleos, favoreciendo así la respuesta de los individuos remanentes frente al crecimiento diamétrico en la temporada siguiente (Berti, 1985 citado por Hernández, 1991).
  • Existen también experiencias donde no aplican raleos.

COSECHA

  • La corta final se realiza entre los 18 y 25 años, obteniéndose una productividad media de 350 a 800 m3/há, según condiciones de sitio y dependiendo de la intensidad de los raleos.

 

 

 

 

SISTEMA SILVOPASTORAL

MANEJO MADERA LIBRE DE NUDOS

DENSIDAD Y DISEÑO DE PLANTACIÓN

  • La densidad inicial de plantación varía entre 1110, 830, 625 y 400 árboles por hectárea, siendo lo más utilizado 1100 arboles por hectárea, lo cual posteriormente se somete a raleos para alcanzar una densidad final de 250 arboles por hectárea.
  • El esquema de distribución de árboles es variado, siendo algunos métodos los siguientes: 1000 árb/ha ((2x3m)x7m) plantados en doble hilera; Agrupados 625 árb/ha ((2x2m.)x6m), (Vargas, 1996). También se han implementado hileras simples de 2x5 m. y 2x7m. Experiencias desarrolladas en el extranjero indican densidades de plantación de 910 y 1212 árb/há (EE.UU.) ; 625 y 1000 árb/há (Nueva Zelandia).
  • Una factor importante de considerar es la orientación de las hileras de plantación con respecto a la luz solar. Es recomendable una orientación Norte-Sur para lograr una máxima exposición de luz. De esta forma la sombra se concentra sobre la hilera de plantación, dejando totalmente iluminados los pasillos en la época de mayor crecimiento vegetacional, favoreciendo así el crecimiento de la pradera (Sotomayor, 1989).
  • Para reconvertir plantaciones de alta densidad a sistemas silvopastorales se recomienda un plazo máximo de intervención no superior a 5 años o previo al sierre del dosel del bosques.

PODAS

  • Las intervenciones de poda en sistemas silvopastorales de Pinus radiata se deben realizar durante el periodo de receso vegetativo, cuando el cambium está inactivo y la corteza no se desprende con facilidad. Invierno es la estación óptima aunque también es posible efectuarla en otoño.
  • Las plantaciones de pino a bajas densidades desarrollan ramas vigorosas y de grandes diámetros, por lo tanto se debe implementar un programa intensivo de poda que permita restringir el diámetro del centro nudoso y disminuir el efecto de sombra en el suelo.

RALEOS

  • El periodo de abril a julio es recomendable para realizar raleos, favoreciendo así la respuesta de los individuos remanentes frente al crecimiento diamétrico en la temporada siguiente (Berti, 1985 citado por Hernández, 1991).

ESQUEMAS DE MANEJO

  • Tustin et al (1979) citado por Sotomayor 1989 propone un esquema de manejo aplicado en Nueva Zelandia para la producción de trozos aserrables bajo un sistema silvopastoral, considerando una densidad inicial de 750 árboles por hectárea.

Cuadro 1: Esquema de manejo aplicado en Nueva Zelandia para la producción de trozos aserrables bajo un sistema silvopastoral.

Fuente: Sotomayor, 1989.

  • Cornejo, 1983 propone un esquema de manejo silvopastoral con ganado bovino para la zona del secano interior de la región del Maule, comenzando con una densidad inicial de 1100 árboles por hectáreas (Cuadro2).

Cuadro 2: Esquema de manejo silvopastoral con ganado bovino para la zona del secano interior de la región del Maule.

Fuente: Cornejo, 1983.

MANEJO DE LA PRADERA

  • El rendimiento de la pradera disminuye al interactuar con una estrata arbórea debido principalmente a la competencia de luz y nutrientes. En función de ello, el rendimiento de la pradera esta en directa relación con la densidad del bosque, el arreglo espacial, forma y cobertura de copas. Los esquemas de manejo deben asegurar una radiación fotosintética a nivel del suelo superior al 50%, requerimientos mínimos para producir forraje.
  • La especie forrajera más utilizada es el trébol subterráneo. En el secano interior de la VII región se obtuvieron buenos resultados con trébol subterráneo variedad Clare y Mount Barker, además de Falaris tuberosa y Ballica winumera (Cornejo, 1983).
  • Diversos estudios indican que es beneficioso aplicar fertilizaciones de Nitrógeno y Fósforo, logrando de esta forma un incremento en la productividad de forraje.

MANEJO DE GANADO

  • Es recomendable no comenzar el pastoreo antes de los 3 a 4 años de establecida la plantación o cuando la altura media del rodal supere los 3 metros (Carbone, 1983). Según Cornejo 1983, con alturas superiores 1,5 metros el daño es mínimo en pastoreo con ganado bovino.