ESPECIE

Cryptocarya alba (Peumo)

ESTABLECIMIENTO

DENSIDAD

  • En términos generales, un mayor espaciamiento implica un mayor costo de establecimiento y cosecha, pero puede generar un volumen mayor. Al contrario, un menor espaciamiento significa un menor costo y un menor volumen pero con productos de mayor valor. La determinación de la densidad óptima de plantación depende del potencial productivo del sitio y del tipo de producto que se desee obtener.
  • Para formación de sistemas forestales puros con Cryptocarya alba se recomienda plantar a densidades de 625 a 1600 árb/ha, dependiendo de las condiciones climáticas, la calidad del sitio y de los objetivos de la plantación.
  • En general, es posible recomendar las siguientes densidades según ubicación geográfica, sin excluir la posibilidad de zonas puntuales donde las características locales mayor o menor densidad:
  • IV Región: Densidad de 625 a 1.100 arb/ha en laderas o piedmont con espaciamiento de 4x4 y 3x3 metros.
  • V-RM y parte norte de la VI Región: Densidad de 1.100 arb/ha con espaciamiento de 3x3 metros
  • VII- VIII y Parte sur de la VI Región: Dependiendo de la calidad del sitio, es posible utilizar densidades de 1.100 a 1.600 árboles por hectárea con espaciamientos de 3x3 y 2,5x2,5 metros.

EPOCA PLANTACIÓN

  • En la zona semiárida de Chile, la época favorable de plantación es muy breve, no superando los 40 días, lo que determina la necesidad de concentrar las plantaciones en un corto período. Las plantas deben encontrar un suelo húmedo por lo menos de 30 cm de profundidad a la espera de nuevas precipitaciones. En la zona semiárida en un año de características normales, las plantaciones se realizan en invierno. En situaciones de sequía es preferible no plantar debido a los bajos prendimientos, a menos que exista la posibilidad de riego.
  • Las plantaciones de peumo en zonas áridas o semiáridas deben realizarse iniciadas las primeras lluvias, para que las plantas recién establecidas logren desarrollar el sistema radicular. Para las Regiones IV y V Julio correspondería a un mes adecuado, aunque pueden iniciarse en mayo si las condiciones meteorológicas lo permiten o si existe la posibilidad de aplicar riegos de establecimiento. Para las Regiones VI a VIII el periodo mayo-junio es apropiado.

CERCADO

  • Cerco óptimo: empostado perimetral con polines impregnados cada 3 metros. Para el caso de la IV Región, se recomienda utilizar malla hexagonal con tres líneas de alambre galvanizado + dos líneas de alambre de púa. Para plantaciones entre la V a VIII regiones es recomendable utilizar malla ursus + dos líneas de alambre de púa.

PREPARACIÓN DE SUELO

  • Roce y limpieza de la zona de plantación
  • Marcación de líneas de plantación en curvas a nivel.
  • En terrenos con topografía moderadamente plana, se debe realizar subsolado sobre la línea de plantación superando los 40 cm. de profundidad utilizando un tractor oruga. El subsolado debe pasar a lo menos dos veces por cada línea de plantación, separada una de otra por 20 cm. Este tratamiento se debe realizar antes que comience el periodo de lluvias, pues de esta forma provoca una gran remoción de suelo. Por el contrario, si el suelo se encuentra saturado, el efecto es mínimo y a veces perjudicial. También es posible utilizar tractor agrícola, sin embargo por razones de potencia, la profundidad del subsolado aveces suele ser insuficiente.
  • En situaciones donde no es posible utilizar maquinaria (limitaciones de pendiente) el método más aconsejable es la confección de surcos, mediante la utilización de un arado tirado por caballos o bueyes, realizando a lo menos 2 pasadas por línea de plantación.
  • El tratamiento óptimo según diversos estudios es la combinación de subsolado y surcado, favoreciendo así la remoción del suelo, la formación de surcos en curva de nivel, la eficiencia en la conservación de la humedad del suelo y la disminución de vegetación competidora.
  • Es muy importante realizar la preparación de suelo en curvas a nivel, pues de esta forma se favorece la captación de aguas de escorrentía proveniente de las lluvias, logrando así disminuir los procesos erosivos y optimizar el uso del agua en favor del prendimiento y posterior crecimiento de la plantación.

PLANTACIÓN

  • El traslado de las plantas a terreno se debe realizar en vehículos cerrados de manera de evitar la deshidratación.
  • Si el suelo ha sido bien preparado, la plantación puede realizarse con pala de media caña, azapico, pala neozelandesa u otra herramienta. Se debe hacer un hoyo adecuado al tamaño de la maceta o pan, lo suficientemente amplio y profundo para permitir que las raíces queden bien extendidas. Posteriormente las plantas se entierran derechas hasta el nivel del cuello y se debe apisonar el suelo para evitar espacios con aire en la zona de las raíces. Si las plantas provienen de macetas plásticas o materiales no biodegradables, deben ser removidos completamente; se recomienda regar las plantas en vivero unos días antes de la plantación para facilitar la extracción de la maceta, sin que destruya el pan de tierra y asegurar un aprovisionamiento de agua para los primeros días después de la plantación.

FERTILIZACIÓN

  • La fertilización estimula principalmente el crecimiento radicular y permite a la planta hacer una rápida ocupación del suelo, aprovechando de forma más eficiente el agua y los nutrientes disponibles; de esta forma se logra una mayor sobrevivencia, un rápido crecimiento inicial y mejor adaptación al sitio. Se considera que el máximo beneficio de la fertilización se obtiene cuando son aplicadas todas las técnicas de establecimiento, es decir, una buena preparación de suelo y un adecuado control de la competencia. Esta por sí sola no tiene un efecto beneficioso en la plantación ya que la vegetación competidora del fertilizante y agua lo aprovecha para sí.
  • El tipo de fertilizantes y las dosis que se utilizan dependen más de las condiciones del sitio que de los requerimientos de la especie, sin embargo por razones de costo muchas veces no es posible realizar los estudios, por lo cual se han desarrollado mezclas y porcentajes estándares que han entregado buenos resultados.
  • La aplicación de NPK junto con un adecuado control de malezas afecta positivamente el desarrollo de las plantas. Se puede aplicar a fines de invierno (octubre) 50 gr de superfosfato triple (20,1% de P); 50 gr de sulfato de potasio (50% K) y 110 gr de urea (46% N), distribuyendo la mezcla en pequeñas zanjas hechas a ambos lados de la planta a unos 20 – 30 cm de ésta en el mismo sentido de la pendiente, las que luego deben ser cubiertas con tierra para evitar la volatilización o el arrastre por agua o viento del fertilizante. INFOR en plantaciones de secano ha obtenido buenos resultados, suministra Superfosfato triple y urea en dosis de 50 gr por planta (Valdebenito et al., 1997).

POLIMEROS

  • Aplicaciones de gel en dosis de 2-3 gramos por planta ha sido ampliamente recomendado en zonas donde existen baja cantidad de precipitaciones.

CONTROL DE MALEZA

  • Numerosos estudios señalan la importancia del control de malezas en el establecimiento de plantaciones forestales. Al analizar diferentes factores en las técnicas de establecimiento, tales como preparación de suelo, fertilización y control de competencia, se determinó que este último factor tiene una importancia primordial (Prado y Wrann, 1988; Wrann e Infante, 1988, cit. Wrann et al., 1993).
  • El control de malezas puede realizarse en forma manual y en general resulta más efectivo que la aplicación de herbicidas, siendo necesaria la eliminación de maleza en un radio aproximado de 1 m alrededor de la planta (INFOR, Ellis et al. cit. Wrann, 1990).

CONTROL DE ANIMALES

  • Un buen cerco (utilizando malla hexagonal) en superficies pequeñas es un método muy efectivo para el control de animales menores, principalmente lagomorfos. También es efectiva la protección individual de cada planta con corromet, sin embargo demanda costos considerables en mano de obra y materiales. En plantaciones masivas de Eucalyptus se usan repelentes químicos con buenos resultados.

RIEGO

  • En los casos en que se presentan 7 a 8 meses con déficit hídrico, puede ser necesario regar durante los primeros dos años, hasta que la planta esté bien establecida; esto significa aplicar un riego mensual de 4-5 litros de agua por planta, durante los meses de enero, febrero y marzo.