2. Caracterización ganadera
La producción de carne se realiza principalmente con ganado criollo y mestizos, de criollo con Holandés a Clavel Alemán. El ganado Hereford ocupa una proporción baja, aun cuando se aprecia un incremento de esta raza. La producción se basa en la utilización de la pradera natural donde dominan Avena Fatua, Echium vulgare, Hordeurn murinurn, Taraxacurn officinale, Bromus unioloides, Agrostis vulgaris y otras. Son praderas de baja calidad y de deficiente respuesta a fertilizantes. Los rendimientos anuales no superan los 2,5 ton/ha (INIA, 1980).
El trébol subterráneo es una especie naturalizada dominando en los sectores mejorados y con mayor fertilidad. El potencial productivo de esta especie alcanza las 6 ton/ha. La productividad del falaris es de 10 ton/ha.
La investigación se ha orientado a evaluar diversas modalidades productivas basadas en el uso de trébol subterráneo, que permita una explotación combinada con cultivos. De esta forma se ha logrado producir 200 kg P.V./ha/año de carne.
Pradera naturaI
La pradera natural del sector precordillerano de la IX Región tiene un potencial de producción más alto que una pradera del secano de la costa, por condiciones de suelo, clima y riqueza florística. Está constituida, principalmente, por Agrostis tenuis (chépica), Holcus lanatus (pasto miel), Lotus uliginosus (alfalfa chilota), Plantago lanceolata (siete venas), Rumex acetosolla (vinagrillo) e Hypochoeris radicata (hierba del chancho) (Romero, 1981).
Junto a dichas especies, en áreas de mayor intervención antrópica se encuentra Taraxacum officinalis (diente de león), Achillea millefoIium (mil en ramas), Cynosorus echinatus (cola de zorro), Arhenatherum elatius var bulbosum (pasto cebolla), Chrysanthemum leucanthemum (margarita) y Dichondra repens (oreja de ratón) (Romero, 1996).
Por otra parte, en sitios donde ha sido mayor la artificialización, la pradera corresponde al tipo natural mejorada de secano, donde se encuentran especies de valor forrajero superior. La composición botánica está constituida por Agrostis tenuis (chépica), Trifolium repens (trébol blanco), Trifollum pratense (trébol rosado), Lotus uliginosus (alfalfa chilota), Medicago sp. (hualputra), Plantago lanceo/ata (siete venas), Holcus Ianatus (pasto miel), Lolium perenne (ballica), Bromus sp. (bromo), Rumex acetosella (vinagrillo ), Hypochoeris radicata (hierba del chancho), Dactylis glomerata (pasto ovillo) y otras gramíneas compuestas (Romero, 1995).
En toda la cordillera existen sitios de vegas cuya superficie no ha sido cuantificada, pero que constituyen un importante recurso alimenticio para el ganado en el período estival. En dichos sitios, las especies dominantes son Juncaceas, Agrostis tenuis, Hypochoeris radicata y Trifolium repens, entre otras.
La pradera natural mejorada produce, aproximadamente, 5 ton ms/ha si es sometida a un sistema de manejo que incluya fertilización de mantención y uso de pastoreo rotativo, puede aumentar su producción a valores de 7 a 8 ton ms/ha (Romero, 1996).
En relación a la curva de producción de forraje, la mayor producción se logra a mediados de noviembre, desciende a fines de verano y repunta a principios de abril por efecto de las lluvias, para, finalmente, descender bruscamente en mayo y junio, período crítico y de bajas temperaturas (Romero, 1995).
Así, la producción de forraje de la pradera natural mejorada (fertilizada) en el sector precordillerano es marcadamente estacional; el 48,5% de la producción de forraje se logra en primavera, el 16,6% en otoño, el 27% en verano y sólo un 11,6% durante el período invernal, lo que se traduce en un período crítico de producción de forraje (Romero, 1995).
Praderas introducidas o sembradas
Diversas especies se han introducido en la precordillera, tales como festuca, trébol rosado, pasto ovillo, falaris tuberosa, trébol subterráneo, trébol blanco, ballica H-1, entre otras, con el objeto de aumentar la productividad actual del ecosistema pratense y lograr una mejor distribución de la producción de forraje a través del año.
Producción de materia seca
Se ha evaluado la producción de forraje de nueve mezclas forrajeras. El resultado observado ha sido una disminución del rendimiento de materia seca a través de los años. Esta degradación de la pradera sería explicable por los ataques de insectos y déficit hídrico prolongado reduciendo el número de plantas en la mayoría de las especies durante el período estival (Romero y Acuña, 1983).
Los resultados indican que la zona, pese a tener un gran potencial de producción presenta una fuerte limitación para el crecimiento en el período de verano por déficit de humedad en el suelo. Esto determina que las especies con tolerancia a la sequía o latencia estival como la festuca y pasto ovillo, sean las más adaptadas y recomendadas para esta zona agroecológica, donde existe una alta probabilidad de un déficit hídricos prolongados (Romero y Acuña, 1983).
Por otra parte, en sitios del área sur de la precordillera (Huiscapi) se han evaluado diversas especies solas, establecidas a fines de invierno (agosto) y sometidas a una fertilización de siembra (48 u de N, 90 u de P2 05 y 50 u de K20) y mantención anual (32 u N, 60 u de P205, y 25 u de K20). Los resultados obtenidos indican que las especies pasto ovillo y festuca presentan una buena adaptación y rendimiento. Sin embargo, existen serios problemas de invasión de malezas en las especies trébol subterráneo y falaris tuberosa (Romero, 1982).
En relación al comportamiento de dichas especies en mezclas
forrajeras, se han evaluado cinco mezclas, destacándose la buena adaptación de
festuca-trébol rosado y festuca-pasto ovillo-trébol rosado (Romero, 1982). La
mezcla que presentó una mayor producción durante las tres temporadas de
evaluación correspondió a Festuca K-31, asociada a trébol blanco, cv. Huía,
seguida por pasto ovillo cv. Cambria.
Praderas de rotación corta
El comportamiento de la ballica anual Tama y Tetrone sola y/o
en mezcla con trébol rosado en la precordillera, se presenta en el Cuadro 4. Se
destaca el buen comportamiento del trébol rosado, a través de las temporadas,
donde es posible obtener tres cortes como promedio. El aporte de las ballicas
fue inferior al 50% en el primer año.
CUADRO 4. Producción de materia seca (ton/ha) en Praderas de
rotación corta asociadas a trébol rosado en la Precordillera de la IX Región.
Curacautín.
Temporadas 1989/90 a 1991/92. Ton m.s. especies puras.
Temporadas |
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Especies |
1989/90 |
1990/91 |
1991/92 |
Trébol rosado Trébol rosado + Tama Trébol rosado + Tetrone Tama Tetrone |
7,40 7,33 6,81 8,81 10,42 |
10,18 7,94 6,38 - 0,16 |
8,97 5,90 4,03 - - |
Producción de carne
Experiencias realizadas en la localidad de Villarrica (Romero, 1996), durante cuatro temporadas con pradera natural de secano y bovinos de carne de la raza Hereford, permitieron medir el potencial de producción de peso vivo del área de precordillera Andina.
El sistema de producción de crianza y recría-engorda, consideró praderas naturales fertilizadas anualmente con 23 u de N; 55 u de P205 y 25 u de K20, las que se utilizaron bajo pastoreo rotativo durante todo el año, conservando los excedentes primaverales como heno en pie, destinado a las terneras seleccionadas como reemplazo. Para las vaquillas gestantes, el sistema consideró la importación de heno. Las vacas y machos no recibieron forraje conservado.
Los animales permanecieron todo el año en la pradera, que exhibió producciones de 7 a 8 ton de ms/ha, con cargas promedios de 1,7 U.A./ha.
Las pariciones se concentraron en primavera y en otoño se realizó la venta de vacas viejas, secas y de preñez atrasada, como de terneras atrasadas y machos gordos. Los principales Indices productivos fueron un 91% de parición; 3,4% de mortalidad de vientres; 8% de mortalidad de terneros y 28% de reemplazos. Los pesos al destete de hembras y machos fueron de 208 y 213 kg, respectivamente, los machos a los 18 meses de edad alcanzaron 394 kg de peso vivo, lo que permitía su venta como animal terminado.
El sistema permitió obtener 350 kg de peso vivo/ha/año,
constituyendo una alternativa técnica para aumentar la productividad de esta
área de la IX Región.
Consideraciones generales
Los principales factores que limitan la producción de forraje están relacionados con las características de suelo y clima. En esta área se encuentra la mayor superficie de suelos trumaos, con alta fijación de fósforo. Por otro lado, las bajas temperaturas invernales producen bajas tasas de crecimiento, produciéndose un prolongado período crítico de invierno que se traduce en una corta estación de crecimiento para los cultivos. La época de siembra es importante, ya que el daño de heladas en praderas sembradas tarde en otoño, provoca problemas de descalce y en siembras tardías de primavera existe el riesgo de daño por fuertes vientos de cordillera (puelche). En esta zona las especies pratenses presentan fuertes ataques de insectos, como gusanos blancos y cuncunillas, especialmente en el ecosistema pratense de la precordillera andina de la Región de la Araucanía se ve enfrentado en la actualidad a diversos estados de degradación, tales como erosión, desertificación agudizado por la devastación del bosque nativo y enmalezamiento. Estos procesos de degradación de la pradera se expresan en una pérdida de la productividad.
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