Piñón.

 

Recolección.

Prácticamente todo el piñón, o fruto de la Araucaria araucana, disponible en el mercado es recolectado por familias mapuche-pehuenche. El piñonéo es un proceso recolector sencillo, basado en la colecta directa de la semilla dispersa en el suelo en torno a los ejemplares femeninos. El piñón se recoge con ambas manos e inmediatamente se procede a desprender el apéndice leñoso del piñón. Dada la considerable distancia entre el bosque y las residencias, en muchas comunidades es generalizado el desplazamiento de familias completas a sitios de veranada durante una parte de la temporada de cosecha. Cuando existen araucarias con numerosos conos sin desgranar se procede al “sacudido”, operación que tiene por objeto provocar el desprendimiento de las semillas maduras del cono, con objeto de concentrar en un solo día la lenta dispersión natural. En una temporada regular de cosecha una familia grande recolecta 1.500-2.000 kg, en tanto que una familia pequeña recolecta 600-700 kg (Tacón, 1999). Luego de la cosecha, el piñón es transportado hasta el lugar de almacenaje o de venta, a través de sacos cargados por los propios colectores.

Aunque en la actualidad el piñón es un producto intensamente comercializado en Chile, no aparece recogido en las estadísticas forestales. Al carecer de medio de transporte propio, casi todas las familias efectúan la venta a pie de camino, bien en las propias residencias, bien en determinados puntos de acceso a los puestos de piñonéo. Entre piñoneros y comerciantes conocidos la transacción se realiza en un clima de mutua confianza mutua (Tacón, 1999).

El precio de venta a intermediarios durante la temporada 1999 fluctuó entre 180 y 250 $/kg. El precio de venta al detalle fue de $500/kg en ferias y pequeños establecimientos a máximos de $1000/kg en algunos supermercados.

 

Procesamiento.

Los piñones son de gran importancia ya que con ellos se elaboran harinas y panes de diversa naturaleza. La forma de consumo más habitual es cocido en agua.

 

 Harina de piñón (fuente: Infor/Fondef 2002)

Conservación.

Se describen dos técnicas tradicionales de conservación del piñón para reservar parte de la cosecha para años sucesivos, superando la fuerte irregularidad que presenta la producción de piñón :

- Deshidratación al sol o en un horno de suelo, del piñón pelado que se enhebra formando largos rosarios que se cuelgan en el hogar.

- Hidratación continua de la semilla, dispuesta en pozones de agua corriente.

También se han realizado investigaciones con sistemas más sofisticados de conservación (Rojas, 1996), como lo es la aplicación de atmósfera modificada. El método de atmósfera modificada (ver 3.3- Murta) se refiere a cualquier cambio en la concentración de gases en el ambiente próximo en que se encuentran los productos vegetales, que difiere de la natural o ambiental por efecto de la aislación con algún material envolvente semipermeable, como son la láminas o bolsas de polietileno de diferentes grosores y densidades. La experiencia obtenida en el almacenamiento de otros frutos ricos en almidón permiten suponer que la utilización de elementos que modifiquen la atmósfera permitirá mantener las características organolépticas del piñón de araucaria por períodos prolongados de tiempo. En el estudio se sometieron los piñones a almacenamiento en atmósfera modificada, para lo cual se utilizaron tres tipos de películas plásticas: polietileno de baja densidad con 0,038 mm de espesor, polietileno de baja densidad con 0,038 mm de espesor recubierto internamente con piedra Oya y cloruro de polivinilo. Además se almacenaron piñones en malla plástica, como testigo. Se guardaron por 9 meses a 0°C. La utilización de todas las películas plásticas evitó la proliferación de hongos durante el almacenaje. La cubierta de polietileno con piedra Oya y polietileno normal tuvieron mejor desempeño al preservar las características organolépticas de los piñones. Por el contrario la película de cloruro de polivinilo fue la con peor desempeño en alargar la vida útil de los piñones en almacenaje.  

Extracción de almidón.

Aunque actualmente no se ha desarrollado procesos de transformación industrial, se ha investigado como fuente de almidón de buena calidad. En una investigación desarrollada por Díaz (1997) se estudió el efecto de dos métodos de extracción sobre el rendimiento y pureza del almidón extraído de los frutos, además caracterizar física y químicamente los almidones para evaluar su uso.   

Los métodos utilizados en el estudio para la extracción de almidón se componen de las siguientes etapas :

- Selección de Materia prima.

Se eliminan los frutos que presentan daño por hongos, insectos o daño mecánico.

- Remojo.

Se realiza en agua a 50°C, durante 16 horas en una relación de 1:4 (Frutos : agua potable). El pH se mantiene constante en 6,0 para impedir hidrólisis ácida, para ello se adicionan 20 ml de tolueno.

- Lavado.

Los frutos se lavan con abundante agua potable, para eliminar el tolueno y algunas impurezas.

- Pelado.

Las muestras remojadas, se pelan en forma manual, retirando la cubierta cubierta coriacea y/o testa.

- Primera molienda.

Con un molino coloidal, se muelen los frutos en combinación con agua en una proporción de 1:2 (fruto : agua), por 5 minutos, lo que origina una masa húmeda constituida por cáscara, fibra, proteína y almidón.

- Tamizado (60 mallas).

El resultado de la primera molienda se hace pasar a través de un tamiz de 60 mallas, que retiene la cáscara y fibra gruesa, dejando pasar proteínas, fibra fina y almidón. En esta operación se incorporan 3 litros de agua potable, para arrastrar la mayor cantidad de almidón contenido en la masa húmeda.

- Segunda molienda húmeda.

La cáscara y fibra gruesa retenidas en el tamiz de 60 mallas, se vuelven a moler en las mismas condiciones que la primera molienda. En forma paralela se vuelve a moler el material que pasó a través de cada uno de los tamices, para dividir aún más la matriz que contiene a los gránulos de almidón.

- Tamizado (270 mallas).

El resultado de la segunda molienda, se hace pasar a través de un tamiz de 270 mallas, para retener la fibra fina, y solo los gránulos de almidón y proteínas, se incorporan 3 litros de agua para arrastrar la mayor cantidad de almidón.

- Decantación.

Se deja reposar el resultado del tamizado durante 15 horas, de manera de separar el agua y los taninos solubles.

- Suspensión en Hidróxido de Sodio.

El precipitado de la decantación se suspende en 2 litros de una solución de NaOH al 0,2% P/V, por una hora, para solubilizar las proteínas (solo para el tratamiento B).

- Centrifugación.

Para separar el almidón de las proteínas, se toma el sedimento de la decantación y se somete a centrifugación.

- Ajuste de pH.

El almidón obtenido por suspención en NaOH (solo para el tratamiento B) se ajusta a pH 6,0 con ácido clorhídrico concentrado.

- Filtración.

El almidón se filtra con vacío en un embudo Buchner, usando papel Whatman N°4, para eliminar agua.

- Secado.

Posterior a la filtración el almidón se seca en una estufa con circulación de aire a 60°C, durante una hora.

 

 Flujo para la extracción de almidón (Díaz, 1997)

 

El estudio concluye que con los métodos empleados es posible obtener almidón de piñones. El tratamiento A es el más adecuado para obtener almidón de araucaria, básicamente porque no ejerce ningún efecto sobre las características físicas, pues no se usa ninguna sustancia química como ocurre al usar el tratamiento B. El almidón obtenido presenta características físicas y químicas adecuadas para ser considerados en la formulación de alimentos tales como flanes, mayonesas, sopas e incluso para la elaboración de jarabes, esto implicaría la factibilidad de hacer una explotación de estos frutos más intensiva y rentable de lo que sucede hoy en día. Sin embargo los mayores valores de rendimiento, pureza y eficiencia se alcanzaron para el tratamiento B. El rendimiento (cantidad en gramos de almidón impuro obtenido a partir de 1.000 g de materia prima) fue de 29,8%, y una pureza de 76,3% con el tratamiento B. La mayor eficiencia 95,5%, se obtuvo también con el tratamiento B (cantidad de almidón impuro extraído con respecto a la cantidad teórica de almidón presente).