3. El producto de venta
Las maderas nativas en el mercado interno se comercializan bajo diferentes formas, siendo las principales: trozos aserrables; trozos pulpables (metros ruma); trozos debobinables y/o defoliables; madera aserrada en forma de tablas y tablones; madera aserrada en forma de basas o cuartones; madera redimensionada; madera elaborada para diferentes usos en la construcción, en la fabricación de muebles, de ventanas y puertas, sus partes y componentes, en otros usos menores; y en forma de polines, postes y durmientes (López, 1998)
Además un gran porcentaje de la producción del bosque nativo es destinado a leña o a productos no maderables.
En lo referente al mercado externo, los productos elaborados
con maderas nativas más demandados en el exterior son maderas cepilladas,
tableros enchapados, paneles de listones encolados, chapas, molduras, marcos de
puertas y ventanas, partes, piezas y componentes de muebles y de ventanas,
utensilios de cocina y otros productos menores (Op. cit).
De los productos antes mencionados, los que presentan diferencias de cómo operan sus mercados son trozos aserrables y debobinables, maderas aserradas, redimensionadas y remanufacturadas; y leña. El destino que se otorgue a cada bosque para obtener uno de los productos antes mencionados, dependerá de la capacidad de gestión del propietario, de la calidad del bosque, de la disponibilidad de herramientas o maquinarias para la cosecha, y de los mercados a los cuales desea acceder. Las características que definen a cada grupo de productores son los siguientes (López et al, 1998)
a) Productores y acopiadores de trozos aserrables y debobinables.
Quienes producen trozos aserrables de maderas nativas son los propietarios (pequeños o grandes) de los bosques que explotan directamente su patrimonio forestal o venden el vuelo.
Por otra parte el acopiador transportista es el agente que actúa como persona natural y que interviene en el negocio maderero por su cuenta y riesgo. Su negocio operativo incluye la compra de trozos cosechados y dejados a orilla de camino en las cercanías del predio, vincular indirectamente a los propietarios con los acopiadores mayoristas de maderas aserrables o con los aserraderos y otras industrias madereras; fijar el precio de compra cerrando cualquier espacio de negociación al respecto y pagar en efectivo; e incentivar su negocio proporcionando a los propietarios diversos tipos de servicios, dinero, materiales, medicinas y otros bienes, favores que más tarde son cobrados castigando los precios que pagan a los campesinos forestales.
b) Productores de maderas aserradas, redimensionadas y remanufacturadas.
Se caracterizan porque agregan valor mediante una primera y/o una segunda transformación mecánica de la madera. Estos productores industriales pueden ser dueños individuales o colectivos de aserraderos, de barracas, de plantas debobinadoras y defoliadoras, y de empresas integradas verticalmente que asierran maderas nativas y luego fabrican tableros enchapados, tableros de partículas y/o tableros de listones encolados de madera sólida, que son utilizados en la fabricación de muebles, puertas y ventanas. Entre los productores de bienes elaborados se incluye a los artesanos especializados en la elaboración de muebles y de productos menores (mangos de herramientas, artículos ornamentales, cajas, cajitas, otros adornos) cuya fabricación está basada en habilidades manuales y no en el empleo de máquinas complejas.
Los productos que genera este sector alcanzan un mayor valor en los mercados locales e internacionales. Sin embargo requiere de mayores inversiones en maquinaria, herramientas, además de conocimientos adecuados sobre los tratamientos de la materia prima.
El destino que cada especie nativa tiene dentro del mercado, dependerá de sus características y mercados que existan. De este modo, algunas son seleccionadas para obtener chapas y otras para aserrío. Por ejemplo el roble pellín no se utiliza para debobinar porque su madera ha alcanzado un elevado proceso de duraminización. Por su parte, la tepa, olivillo, ulmo y roble hualle, se utilizan para obtener chapa debobinada ;y el coigue, para producir hojas foliadas, pero es mayor la demanda por hojas foliadas de eucalipto. De la mejor parte del trozo, se saca chapa para cara y del resto, la con defectos, chapa gruesa para alma o tulipa (López, 1998).
c) Productores de Leña
Según un estudio realizado recientemente en la X región, existen varias modalidades para extraer, transportar, y comercializar la leña. A veces, los propietarios venden la vegetación boscosa al comerciante o al transportista para que éste se encargue de la corta y extracción de leña disponible. En otras ocasiones el mismo propietario corta y extrae la leña y la vende en el lugar o en la orilla del camino al comerciante o al acopiador transportista de leña. En este caso los precios de venta varían en función de la cercanía o accesibilidad al producto en venta. En general, el comerciante o transportista de leña es el agente clave en el proceso comercial porque éste dispone, no sólo de la información de los requerimientos, especies preferidas y necesidades de leña, sino que además conoce donde están las fuentes disponibles o potenciales para la extracción (Reyes, 2000).
Si bien esta información proviene de un estudio particular de la X región, es posible inferir que la forma en que opera el negocio en la VII, VIII y IX región, responden a patrones similares.
En el país, las diferentes fuentes de abastecimiento de leña, se originan desde la VII región al norte principalmente del bosque nativo esclerófilo, y en menor grado de matorral nativo y plantaciones de eucalipto. Por otro lado, desde la VIII región al sur la leña se origina básicamente de bosque nativo forestal siempre verde (Reyes, 2000).
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